El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, participaron en la ceremonia de puesta en marcha del gasoducto Turk Stream que se celebró en Estambul. Un acto que también contó con la asistencia del presidente serbio, Aleksandar Vucic, y del primer ministro búlgaro, Boiko Borisov.

Turk Stream cuenta con una capacidad total de 31.500 millones de metros cúbicos de gas anuales y se convertirá en uno de los tres gasoductos con participación de Rusia. El primer ramal del gasoducto está destinado a suministrar combustible a los consumidores turcos y el segundo, al abastecimiento del sur y sudeste de Europa.

Vladímir Putin declaró que los suministros del gas ruso a través del Turk Stream ayudarán a garantizar la seguridad energética de Europa. E indicó que estos suministros «serán importantes para la economía de Turquía y la región del Mar Negro, así como tendrán un efecto positivo en el desarrollo de muchos países de la Europa meridional y ayudarán a aumentar la seguridad energética de Europa en general. 

El mandatario ruso también agradeció a su homólogo turco la voluntad política que este mostró a la hora de implementar este proyecto, que «tiene importancia nacional y responde a los intereses nacionales» de Turquía.