
El Gobierno lanza una hoja de ruta para casi cuadriplicar la producción de biogás en 2030
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha lanzado a consulta pública, hasta el próximo 15 de septiembre, la Hoja de Ruta del Biogás, que prevé que la producción de biogás en 2030 puede multiplicar por 3,8 la registrada el año pasado hasta superar los 10,4 teravatios hora (TWh). Estos objetivos estarían en línea con lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, según informó el gabinete dirigido por Teresa Ribera.
De acuerdo con las previsiones, el 45% de la producción de biogás en 2030 se consumiría directamente, en usos térmicos o eléctricos, sobre todo en la industria, mientras que el restante 55% se transformaría en biometano para su uso en movilidad pesada o se podría inyectar en la red si es rentable económicamente hacerlo: alrededor del 1% del gas que se consuma en 2030 por esta vía debería tener origen renovable, desplazando con ello el gas de origen fósil.
Por otra parte, el Ministerio señala que el uso en el transporte facilitará cumplir el objetivo del PNIEC de alcanzar una cuota de energía renovable del 28% en 2030, así como los hitos europeos de penetración de biocombustibles avanzados en los carburantes, que deberán llegar al 3,5% del total ese mismo año.
En cuanto a las emisiones de efecto invernadero, la consecución del objetivo planteado en esta hoja de ruta para 2030 permitirá alcanzar una reducción muy notable, de 2,1 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año.
Líneas de actuación
La hoja de ruta cuenta con un total de 43 líneas de actuación para casi cuadriplicar esa producción sostenible de este gas de origen renovable hasta 2030 y está enfocada en la valorización de residuos (agropecuarios, municipales y lodos de depuradora).
Además, impulsará el aprovechamiento del biogás por dos grandes vías: la producción de electricidad y calor útil -sobre todo para la industria-, y su transformación en biometano para consumo del transporte pesado y sustitución del gas natural de origen fósil.
Asimismo, el gabinete dirigido por Teresa Ribera también estimó que el desarrollo del biogás «reforzará la economía circular y fijará población rural, gracias al crecimiento de su amplia cadena de valor empresarial».