«El BEI pondrá fin a la financiación de proyectos energéticos basados en combustibles fósiles a partir de finales de 2021. Las futuras financiaciones permitirán acelerar la innovación en materia de energías limpias, eficiencia energética y energías renovables». De este modo, el Banco Europeo de Inversiones anunciaba que su financiación a proyectos de este tipo de combustibles, incluido el gas convencional, tienen fecha de caducidad.

A partir de 2021, solo podrán acceder a financiación aquellos proyectos que mezclen gas natural con gas renovable, o bien que aseguren la captura y carbono de CO2; o aquellas redes de distribución que transporten, por ejemplo, hidrógeno.

El Consejo de Administración del Banco Europeo de Inversiones adoptaba esta decisión en el marco de una apuesta decidida por una nueva política de préstamos para la energía más ambiciosa en materia de acción climática y sostenibilidad medioambiental.

De hecho, y dejando atrás a fuentes de energía como el petróleo, el carbón y el gas, el BEI ha anunciado también que «las nuevas financiaciones permitirán movilizar un billón de euros de inversiones para la acción climática y la sostenibilidad ambiental en el periodo que va de 2021 a 2030.

«En los últimos cinco años, hemos proporcionado más de 65.000 millones de euros de financiación para energías renovables, eficiencia energética y la distribución de la energía», ha subrayado el BEI.

La decisión de incluir al gas natural entre las fuentes de energía excluidas a la hora de financiar proyectos por parte del BEI ha contado con el apoyo, entre otros países miembros, de España, Francia y Alemania, contra la opinión de Hungría y Polonia.