El 2019 fue un año récord para el crecimiento de los combustibles alternativos en el transporte marítimo. Según datos del portal Alternative Fuels Insight (AFI) de DNV GL divulgados por ANAVE, el uso del gas natural licuado (GNL) experimentó un notable crecimiento con el encargo de 100 buques de nueva construcción. Un cifra que casi triplica el promedio registrado de los años 2016 a 2018.

La tendencia es que cada vez buques más grandes, con mayor consumo y que cubran rutas globales adopten este combustible alternativo, si bien “la falta de infraestructura de abastecimiento de GNL sigue siendo un obstáculo para una mayor difusión, especialmente en los sectores oceánicos”, explica DNV GL.

También el uso de baterías a bordo como fuente de energía principal creció de forma importante, con un total de 390 buques en operación o en cartera de pedidos, teniendo en cuanta que la mayoría de estos proyectos son híbridos o híbridos enchufables.

Con la entrada en vigor del nuevo límite de azufre de la Organización Marítima Internacional y la adopción de los objetivos de la OMI para 2030 y 2050 con vistas a la descarbonización del sector se augura un aumento de interés e inversiones en todos los combustibles alternativos.